Aunque este no es un blog de fútbol y en este momento de lo ultimo que quiero hablar es de fútbol debido a la impotencia y rabia que siento al ver a mi equipo haciendo el ridículo una vez mas en el rentado nacional, no se puede hablar de fracasos colombianos sin hablar de Fútbol.
Era el año 1993 y yo vivía en un barrio de clase media por excelencia de la ciudad de Bogota, no tenia mas de 10 abriles, y pues recientemente había vivido mi primer dolor futbolero (de como un millón que vinieron después), el fatídico Santafe 7 Millonarios 3. En esa época había perdido la fe en Millonarios cosa que me llevo por malos caminos futboleros que no vienen al caso pero los que me conocen saben que es el secreto major guardado.
Recuerdo que ,después de misa, todos los pelaos del barrio nos reuníamos a jugar banquitas mientras los padres se sentaban en la cigarrería/salsamentaria/licorera del barrio a ver los partidos de la selección Colombia, que como novedad, venia con un incredible invicto en la eliminatoria y había logrado vencer a Argentina en Barranquilla.
El día del hecho deportivo mas histórico de mi patria (no, no fue un campeonato mundial, ni un titulo de formula 1, ni un grand slam, ni una medalla de oro en un deporte relevante) mi padre recientemente se había hecho socio de un señor (que a la postre traería dividendos pero también pesadillas a mi familia) y este señor tenia una hija, Karen, la cual llevo a mi casa para ver el partido. La euforia del triunfo no se hizo esperar, y mi casa se volvió una fiesta donde Don Jose Luis, Don Alvaro, Don Hermes (el de la panadería) y Don Eloy bajaban mas aguardiente que en un carnaval de barranquilla. Mientras tanto yo estuve toda la tarde con Karen, que era de mi misma edad y era muy linda.. Se podría decir que fue la primera niña que me atrajo realmente en la vida. Ese día fue un día perfecto… excelente compañía, una Victoria abultada, felicidad a granel y muy buen ambiente. Obviamente la felicidad no estaba supuesta a durar mucho—los colombianos estamos condenados a msolo vivir breves episodios de alegría seguidos por años de vergüenzas.
La eliminatoria había terminado y se venia una ronda de preparación con rivales tan poderosos como la juvenile del Bayern Munchen. Y efectivamente, mi padre y el socio habían conseguido boletas par aver a Colombia contra el Bayern en el campin… no recuerdo el resultado pero creo que ganamos, el hecho es que esaue la primera vez que fui con una niña al campin, y la única en la cual le pare mas bolas a la niña que al partido. (debido a que cuando iba al estadio con novia eso era motivo siempre de pelea, y me costo mas de una relación- ya habrá post para contar el partido mas nefasto al que he ido.)
La selección Colombia iba imparable, difícilmente empataba y, aunque enfrentábamos rivales de poca monta, esto aumento el triunfalismo tan tropical que caracteriza a mi pueblo. William Vinazco ya tenia todo un repertorio de canciones entre las cuales resaltan “Adolfo, comentame la jugada” , “pero como, como fue, la pelota, en la red!!”, “William vinazco che, va narrando con cache”, etc. Paralelamente, yo me veía con Karen casi todos los días a pesar de que vivíamos en extremos opuestos de la ciudad, pasábamos tiempo juntos y nos entreteníamos hacienda cosas tan inocentes como jugar “tin-tin corre corre” y demás. Creo que esa fue la primera vez que me sentí realmente cerca a una niña y que había algo mas allá.
Esta época me trae muchos recuerdos, sobretodo de lo sobrevalorado que era el fútbol colombiano y sus “figuras”. Era aproximadamente Enero de 1994 y estábamos con mi madre haciendo compras en el Cafam de Modelia y vi algo que me dejo perplejo: Figuras de acción de los jugadores de la selección Colombia!!! “ahora puedes tener a nuestros grantes heroes (WTF!!!) siempre contigo”- debo confesar que le pedí a mi madre que me comprara al “pibe” y a “leonel”, pero pues mi madre como que tenia dotes de clarividencia y me respondio tajantemente “para saber que cuando nos eliminen del mundial sumerce los va a arrumar junto a los “transformers” y “G.I. Joe” que ya ni toca”. Hice show en el supermercado pero pues fue completamente inútil. Menos mal, porque acompañar a mis G.I. Joes con semejante combo de hps??? (?).
El año siguió y salio el álbum del mundial (el original panini) que compramos entre Karen y yo, y cada vez que nos veíamos cada uno llegaba con 3 sobres de “monitas”. También salio el olvidado y fracas ado intento de publicidad llamado “Max Caiman”… salieron álbumes, figuras de acción, comerciales animados donde teóricamente la selección Colombia salvaba al mundo al jugar un partido contra marcianos invasores. Por dios!!!! La única idea Buena que se ha generado para los niños fue “donde esta Javier”, de resto han sido todas una farza!!!!.
Karen decidió alejarse de max caiman y acercarse mas a “luna verde” y “café Moreno”, cosa que siempre generaba disputas entre los dos. En esa época yo no entendía que la clave de una Buena relación es fingir (?).
Yo recuerdo leer y releer el álbum, aprenderme la alineación de todos los equipos y hacer cuadros comparativos entre el rendimiento en las eliminatorias de cada uno de los equipos. Mi concusion después de este análisis fue: “noruega y Colombia son los únicos equipos que merecen ese mundial.. Brasil esta flojo, perdió contra Bolivia, e Italia?? Italia no existe!!!” … sobra decir que Colombia y Noruega fueron los mas grandes fracasos de ese mundial.
Por televisión mostraron cuando el flamante presidente Gaviria (si, la misma lumbrera de la apertura económica) le otorgo a la selección Colombia la sal mas grande que puede haber: La Cruz de Boyaca… colombiano que la porte es colombiano que – fiel a la tradición muisca- fracasara de una manera estrepitosa. La parafernalia que rodeo a la selección los meses previos al mundial es indecible… nos jurábamos campeones… estábamos rankeados de 2 en el siempre mentiroso ranking de la fifa. Karen y yo explorabamos nuestros cuerpos de manera inocente, sin morbo, sin normas sociales, sin tensión sexual… eran Buenos tiempos… aquellos.
El mundial comenzó, mi padre había comprador un poyector y había improvisado un “teatrino” en el polifuncional y amplio comedor de mi casa… la cita era en la casa de su servidor.. una vez mas se veian en mi domicilio gente de todo estrato, clase social, oficio, etc. todos juntos por el triunfalismo desmedido.
En la “polla” del partido contra Rumania, el mas pesimista daba un 2-0 a favor de la todopoderosa selección Colombia, hasta mi madre se había contagiado del triunfalismo… Karen por su parte siguió mi estúpido concejo de apostar 4-1 a favor de Colombia.
Ya todos sabemos que esa tarde fue la debacle, que popescu, fluminescu, dumitrescu, y todo hp que tenga un apellido terminado en –escu hizo una fiesta con esa defensa de agua que teníamos. Claro que ese partido era solo el principio…. La hecatombe llego cuando USA – un equipo horriblemente menospreciado por los que “sabían” de fútbol, con un arquero que había sido beisbolista antes, y con un redneck rockstar como armador, le hecho tierra a todo ese triunfalismo y a toda esa chavacaneria que se había vuelto nuestra seleccion… el autogol y subsecuente muerte de Andres Escobar hicieron que Colombia realmente fuera protagonista de ese mundial, pero no por su juego sino por su violencia e intolerancia.
Colombia en ese mundial hizo el mas grande ridículo en su historia, quedamos como un país tropical de matones y jugadores perniciosos. Estados Unidos clasifico a la siguiente ronda, nosotros nos llevamos un estúpido premio de consolación ganándole a la Suiza de Ciriaco Sforza, que a la postre saldría sin pena ni gloria de ese mundial. Rumania llego a cuartos de final donde fue eliminada en penales por la poderosa suecia de Anderson, Brolin y Larson con dreadlocks.
Después de la eliminación de Colombia, me fui de vacaciones para san Andrés (donde vía la final desde el aeropuerto que estaba en renovaciones) y cuando volvi a Bogota me entere que Karen y su madre habían dejado al socio de mi papa y se habían ido a vivir a Bucaramanga… nunca en la vida la volví a ver… Esa es la historia de una ilusión que termina con fracaso.
Colombia volvió al mundial a fracasar otra vez, yo por mi parte en mucho tiempo volví a sentir algo tan puro y sin compromisos como lo de Karen… Es la historia de cuanto cuesta cultivar la emoción, para que ella caiga de un solo totazo y sin anestesia.
