¿Porque odio inmensurablemente ser “latino”?

Este es otro de mis malditos post llenos de ponzoña y odio contra algo que particularmente me unge las bolas en acido sulfúrico, y no es nada más que el ignominioso hecho de ser latino. Y sé que ser latino abarca muchas definiciones, por eso quiero dejar en claro que me estoy refiriendo a ser de la maldita raza de América latina (Si me equivoco en alguna definición o termino, tiene todo el derecho de putearme, no soy intelectualoide).

Soy una persona de 23 años, bastante amargo, y que ha sentido a lo largo de sus años, no pertenecer a esta zona del mundo. ¿Las razones? Bueno, vamos por puntos:

• EL BAILE: este pseudo-ritual de apareamiento, propio de las especies menos evolucionadas de la naturaleza, ha sido impedimento para que mi estático ser, haya podido aparearse con las hembras más atractivas de la manada, se que más de un rolo estará conmigo en este punto, porque las personas del interior, sobre todo los machos, tenemos una enorme dificultad en bambolear nuestras caderas al son de una desagradable tonada latinoamericana.

La gente que me conoce y que pasa a leer este mediocre blog, dirán: bueno, este hijo de puta si es mentiroso, si yo lo he visto bailar. Bueno querido amigo/familiar, tiene Ud. toda la razón, no puedo negar que no lo he intentado, haciendo más de una vez el ridículo, y tirando por la borda más de una noche de palabrería desagradable para tratar de conseguir un ósculo con lengua, un número telefónico y con la mayor de las suertes, poder lograr envainar el sable (?).

Llámese merengue, lambada, vallenato, salsa (la cual entra excepcionalmente entre mis gustos), tango, samba, bachata, reggaetón, mambo, etc… siempre será un problema para mi, y es que me da un inmenso dolor testicular intentarlo, y tampoco quise seguirle la cuerda a la clásica prima/tía/amiga, que intento enseñarme, simplemente porque no soy un latin lover, no soy un Chayanne, soy más bien de tez insípida: blanco, delgado y de altura mediana…

Siempre en las fiestas soy el más amargo, el que se queda sentado tomándose el trago, porque nunca me gustó bailar, tampoco puedo negar ser atractivo para el género femenino, pero tan pronto quieren intentar bailar conmigo, toda esa magia se va a la mismísima ñoña. Suerte he tenido en encontrarme a la metalera, emo, exgorda, gordita agradecida, exanorexica, que necesita que le suban la autoestima con inyecciones de felicidad (?) y no necesitan de estar moviendo su existencia en una maldita pista de baile para poder aparearse. Añore siempre una fiesta al mejor estilo gringo, con muchas hembras ebrias, piscina, banda de rock al fondo, bullys haciendo estupideces y no la ramplonería que viví en mi maldita época escolar.

• LA MUSICA: en esta zona del mundo tenemos la gran facilidad de crear ritmos inmundos, viles y ruines. Mal llamada “música”, el latino necesita de esta excusa para crear una atmosfera siempre sexual, que por lo general termina creando más latinitos, y así haciendo más miserables estas zonas olvidadas por la deidad de su elección.

No voy a echar en este balde de suciedad a toda la música latina, no puedo ser injusto, así que pondré mi target hacia la música de las ultimas épocas, y en especial en tres “géneros” musicales, que harían que Albert Einstein se hubiese vuelto nazi y hubiese puesto toda su sapiencia atómica sobre nuestra irrelevante existencia. Hablo nada mas, ni nada menos que del Reggaetón (por Centroamérica), la Cumbia villera (por Argentina) y la Champeta (Por Colombia).

Reggaeton: ritmo proveniente de la maldita Centroamérica, más específicamente de Panamá y Puerto Rico. Consiste en una mutación hedionda del reggae hecho por hispanoparlantes, agregándole un beat repetitivo, una percusión, una voz criminal y chabacana, y por supuesto una letra que muestra al mundo civilizado, porque somos lo que somos y estamos como estamos. Los “artistas” del reggaetón quieren emular a los raperos norteamericanos, poniéndose entre sus ropajes cualquier elemento ostentoso y ridículo, que llame la atención de sus descerebrados escuchas. A nuestro país, este virus maligno y altamente contagioso, llego aproximadamente hace siete u ocho años, teniendo una gran acogida en zonas deprimidas de este terruño, filtrándose rápidamente a las clases medias y altas. El baile de este adefesio, consiste en arrimar, casi introducir, su parte reproductiva, contra la de su pareja, haciendo un meneo repetitivo y aburridor, pero que ha servido como método para ampliar la población, ya que su nivel de excitación puede llegar a que su liquido seminal, desborde de su pantalón y penetre a su damisela.



Cumbia Villera: excremento auditivo, original de Argentina, tierra que respeto y admiro mucho, pero pertenece a este continente, así que algún lunar debía tener. Esta diarrea putrefacta, tiene sus orígenes en los barrios más puercos de las tierras gauchas, y tiene como precursor a un vultúrido del averno llamado Pablo Lescano, líder de la banda de testículos orquiticos llamados Damas Gratis (de influencia peruana). Como no era de esperarse, esta porquería ha llegado a la mayoría de países latinoamericanos, aumentando así la ignorancia, la delincuencia y la degeneración propia de las clases menos favorecidas de cada país (y no soy ningún oligarca, por si lo van a decir). Su caldo de cultivo son las gradas populares de los estadios de futbol, donde están sus principales escuchas: Los barristas, o barra brava, pero esa basura va en otra caneca. Las letras no podían ser otra cosa que una apología a la ramplonería, a la delincuencia, al sexo irresponsable, a la droga, y a la bazofia que corrompe nuestra miserable sociedad latinoamericana.



Champeta: fastidioso sonido producido en las zonas deprimidas de Cartagena de Indias, y llamándose de manera despectiva “champetudos” a los habitantes de las mismas. Más que un simple género musical, es un hecho social, muy similar al de la cumbia villera, que conlleva al apareamiento degenerado e irresponsable, que hace más miserables a estas partes del país.



• LA RAZA Y LAS COSTUMBRES: no me las quiero tirar de historiador, ni mucho menos, el hecho es que para nadie es misterio lo que los colonizadores vinieron a hacer a estas tierras. Tenemos en los genes la violencia, el crimen, el mal gusto, el abuso, la viveza, la pobreza mental, la mediocridad y las pocas ganas de superación. Al mejor estilo judío, los latinoamericanos estamos invadiendo tierras extranjeras en búsqueda de una mejor vida, ya que nuestros países son mal manejados, mediante unos gobernantes corruptos e ineptos.

Por ser estas tierras tan pobres y escasas de ilusión, no queda otra opción más que dedicarse al crimen organizado, siendo nuestros países los primeros exportadores de drogas, estrategias criminales y demás contaminación humana. Casos como los de las bandas narcotraficantes, las maras, los barra bravas, los latin kings y los ñetas, cada vez se expanden mas por el mundo, dejando tras su paso un legado de pobreza y muerte.



• LOS MEDIOS DE COMUNICACION: el punto anterior no se hubiese podido producir en la historia, si este casco de lenteja, no adornara el gran mojón de ser latino. En Estados Unidos, donde les encantan los estereotipos, ver canales como Telemundo, Univision, Televisa, TV Azteca, Tele Colombia y Caracol Internacional, alimenta mas su superioridad militar y económica, y a una que otra Ley Arizona (?).

Los dueños de estos canales la tienen clara; telenovelas, noticieros mediocres, programas de investigación amarillista, talk shows, programas de chismes, concursos humillantes, transmisiones desesperantes de futbol y mucha televenta, hacen de estos canales un autentico orto que rellena con la materia fecal más fresca y consistente, las cabezas de millones de televidentes, y es que llega, llega bastante a tanto rumiante de esta parte del maldito mundo.



Cuando de mediocridad y de llenar cabezas de estiércol se trata, nuestros canales criollos tampoco se pueden quedar atrás, y siempre vamos a la vanguardia de la imbecilidad.



Cabe anotar que nuestros canales están invadiendo el mercado latinoamericano, con producciones que siempre nos van a mostrar como los más cafres del mundo entero: Sin tetas no hay paraíso (reloaded, the movie, the revenge, forever), El cartel de los sapos, Rosario Tijeras, etc, lo cual le ha dado paso a nuestros cada vez mas mediocres actores a trabajar en esa sodoma llamada Miami, en series de la marca Telemundo. Los planetas se están alineando para formar un gigantesco ano en la zona Sur-Centroamérica. ¿Y quieren que los gringos y europeos no nos estereotipen? Somos malditamente predecibles, lo mas risible para un país desarrollado, son nuestras series y novelas, que cada vez muestran más crudamente la podredumbre en la que vivimos.

Por el momento son las cosas que se me vienen a la cabeza, muy seguramente se me escapan muchas más, si alguno tiene aportes los tendré muy en cuenta.

También se que saldrán a saltar los latinos orgullosos, y realmente me importa un soberano orto lo que digan, esta es mi visión de las cosas, crudas, sinceras y objetivas, pero aun así, los comentarios a favor y en contra del escrito, son bienvenidos.

Propongo a los Estados Unidos de Norteamérica hacer de Centroamérica un continente-prisión, ya que Sudamérica se les escapó, y pronto sera la nueva U.R.S.S. (Unión de Repúblicas Socialistas y Sudacas).