Recordar es vivir: Anécdotas de estudiante. Por Ace Face

Dado a los paupérrimos y siempre fraudulentos resultados de nuestra gloriosa (?) selección muisca; Los invito apreciados lectores a introducirse a una maquina del tiempo imaginaria…y recordar….recordar aquellas viejas épocas donde todo era supervivencia y aprendizaje.

Con esta cursi introducción, empezare a ahondar el tema de la querida (en unos casos) y traumática (para otros) etapa escolar, tema extenso, el cual es imposible que este servidor logre profundizar completamente.

En el jardín, etapa donde comienza tu formación tanto académica, como personal, siendo una importante decisión de tus padres elegir una buena institución (Señor padre lector, si el nombre del jardín es: “Mi primera puñalada”, “Mis primeros robos” o “Pasitos delincuenciales”, créame, no es nada bueno, así parezca que grandes políticos y personalidades del país hayan asistido a uno de estos) para que el vergajito en cuestión empiece a interactuar con otros endemoniados chicuelos.

De esta etapa no me logro acordar mucho, pero en el jardín aprendí a cuidarme de los primero cafrecillos, que trataban de hacerme la vida imposible; afortunadamente, en aquellos tiempos se crecía viendo a Mr. T y a los magníficos, dándole en la jeta a cuanto malhechor se encontraran. Ahora (y esto no tiene nada que ver con el post, pero siento mi voz de protesta contra programas que están creando en los niños, cierta confusión en cuanto a su sexualidad) programas como Barney y los Teletubbies, enseñan a los niños a que todo es amistad y querer a tu prójimo, a ritmo de cánticos ridículos que van quemando mas neuronas que tener a Carlos Calero como profesor (?).

La Primaria es la que define que vas a ser en tu vida. Entre materias como matemáticas y español (donde no se si fui al único que todo se lo dictaba un único y muy competente (?) docente) y recreos (no se porque carajos la mayoría de los compañeros decían que el recreo era para las vacas (?)) en donde se encontraba una gran variedad de juegos para compartir: como el yermis; el futbol con piedras, sacos, maletas; la golosa; etc.

En tu descanso, era muy común encontrar todo tipo de onces, desde la clásica gelatina Boogie, pasando por las infaltables papas margarita y no faltaba aquel compañero (o muchas veces uno, si, usted y yo señor lector, no lo neguemos) al que le tocaban las onces improvisadas, tales como: Sandwich de huevo, el juguito de guayaba, el huevito duro (Señor padre lector, nuevamente me dirijo a usted para decirle que por favor, no le arruine la vida a nuevas generaciones, enviando alimentos que contengan huevo en la loncherita de Bob Esponja de su retoño, comprenda que al momento de abrirla, el olor puede llegar a ser sumamente desagradable, lo cual se prestara para burlas de los humillantes infantes), las saltinas con cualquier cosa untada…en fin.

Apreciado visitante, toco este tema, para que como yo, olvide por un momento la horrible realidad que le esta tocando vivir, y recuerde su infancia (¿o su presente?) y ya que yo inicié este extenso tema, deje su comentario con las anécdotas que le interese compartir con esta comunidad (juegos demoniacos, onces del averno, apodos traumaticos, compañeros montadores, etc) que día a día crece (?).